Ayer empezó la Octava de Pascua ortodoxa y terminó la católica. La Pascua se celebra la semana que sigue el primer plenilunio de primavera. La Semana de Pasión precede a la de Resurrección y cada día de ella es muy curioso. Se hacen representaciones de la vida de Cristo y Santa María, se organizan conciertos de cánticos religiosos. Pero el núcleo de esta solemnidad son las procesiones que tienen lugar en cada ciudad, cada pueblo y cada aldehuela después del domingo de Ramos. Las procesiones son muy ricas y tienen un aspecto de ostentación.
Cada procesión comienza con la asamblea general de los miembros de las cofradías (organizaciones de los creyentes) delante del municipio después del mediodía. Ahí ellos saludan a las autoridades y después atraviesan la plaza central y se marchan cada uno a su capilla y santuario, de donde irán de procesión con la cruz. Los miembros de las procesiones llevan los pasos (plataformas) con las figuras de santos. Los soldados de la guardia la encuadran delante de la procesión va el pardal, que advierte a la gente del acercamiento de la procesión con sonidos puros de la corneta. Y a medianoche las cofradías se reúnen en la plaza central y rompen durante una hora.
Después de la Pascua empieza la temporada de corrida de toros que se prolonga hasta octubre.