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Los vascos y la vida en Bilbao. La experiencia personal de Tatiana Glébova
  Uno de los eslóganes más comunes (y banales) sobre España es «España es diferente». En este caso sin duda Euskadi es mucho más diferente. No tiene nada que ver ni con España ni con Francia ni con cualquier otro lugar del mundo.
  Un rasgo cierto: los vascos son muy cerrados y mantienen distancia con los de fuera. Este hermetismo cultural provoca bastantes problemas a los extranjeros que quieren conocer Euskadi de verdad y no solo el museo de Guggenheim. Así, en la Universidad de Deusto, a pesar de que tiene muchos programas internacionales, los estudiantes de fuera constituyen su propio círculo que tiene poco que ver con la mayoría vasca. Conozco incluso a bastantes personas que aun hablando castellano perfectamente no consiguieron integrarse. Se lo pasaron muy bien en Bilbao de todas maneras, pero a su aire. Sin embargo, en cuanto los vascos tienen un poco de confianza las cosas cambian, y así cumplen otros tópicos - de vascos sinceros y honestos, amigos de sus amigos etc. Por cierto, para entender mejor la mentalidad vasca recomendaría ver el programa de la televisión pública vasca «Vaya Semanita». Siendo un programa de risa a veces dice verdades muy importantes.
  Supongo que lo mencionado antes ocurre, en cierta medida, a causa del fenómeno de la cuadrilla que define significativamente la identidad de un vasco. En pocas palabras, la cuadrilla es un grupo de amigos, sobre todo los de infancia. No obstante, los grupos de amigos existen en todas partes y las cuadrillas únicamente en Euskadi. Lo que caracteriza una cuadrilla es que es un lazo social muy fuerte. La verdad es que pocos podríamos presumir de unas amistades tan fuertes y duraderas. Al mismo tiempo las cuadrillas, siendo grupos cerrados y bastante aislados, a veces llegan a limitar el horizonte social de una persona.
  Yo personalmente creo que tuve suerte y acabé integrada bastante bien. Incluso hace poco a mi por primera vez me preguntaron el camino en euskera. Claro que no supe contestar, pero bueno, eso ya no importa tanto. Por cierto, aunque no sea muy común oír euskera por las calles de Bilbao, una persona que ha estudiado el castellano madrileño como yo puede encontrarse un poco perdida. Se usan bastantes palabras poco comunes que incluso no se entienden en España. Por ejemplo, un famoso «txirimiri» que describe el tiempo bilbaíno más habitual - una lluvia fina y continua - y que no existe fuera de Euskadi. Y claro, puedes estar seguro de que antes de venir aquí no tienes ninguna idea de la cantidad y variedad de los tacos en el idioma castellano.
  Otro descubrimiento lingüístico y cultural causado más bien por la cultura típicamente rusa de trato muy formal en las universidades fue la posibilidad de tutear a los profesores. Efectivamente hasta ahora la única persona que he tratado de usted ha sido mi tutora de tesis y tampoco estoy muy segura de que haga falta hacerlo.
  Uno de los fundamentos de la vida en Euskadi es la comida. La importancia que se le da aquí resulta al principio excesiva, por lo menos para una persona de Moscú. Entre las 2 y las 4 más o menos es la hora sagrada - hora de comer, con la mayoría de tiendas cerradas y los restaurantes abarrotados, eso sin mencionar los fines de semana cuando cualquier vasco tiene una inevitable comida familiar. Desde luego que todo eso no son tradiciones únicamente vascas, lo que si es puramente vasco es la calidad de la comida. Todo lo que ponen en las guías turísticas es verdad - en Euskadi se come muy bien.
  Otro fundamento sería la fiesta. Cada pueblo y casi cada barrio de la ciudad tiene una fiesta propia, con multitudes de gente, conciertos, bares al aire libre etc etc. Las fiestas llegan a su punto máximo en agosto, en la Semana Grande de Bilbao.
  Los de Bilbao son conocidos por estar muy orgullosos de su ciudad. La verdad es que hay de qué estar orgulloso. Quizás Bilbao no sea el centro de universo, como opinan bastantes personas de aquí, pero lo cierto es que tiene un encanto muy especial y tras de unos meses aquí acabas enamorado de la ciudad, del país y de la gente.
Categoría: №28 | Ha añadido: quepasa (11.02.2012) | Autor: Tatiana Glébova
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