Vamos a hacer un viaje al mundo del español colombiano. Colombia es un país de idiomas. El español es la lengua oficial de Colombia. Pero, imagínese, en Colombia, se hablan aproximadamente 11 dialectos del castellano. Además en ese país hay unas 65 lenguas indígenas y 2 lenguas criollas. "Colombia es un país de regiones. Y las montañas, son zonas accidentes geográficos, que limitaron la llegada de más persones a Colombia y al mismo tiempo constituyeron una serie de provincias con su propio lenguaje, endogamia. La falta de comunicación social con las restantes provincias produjo, también, acentos y tonos que nos caracterizan,”- dice en la entrevista el embajador de Colombia Diego Tobón. ¿Y qué rasgos especiales tiene el español colombiano? ¿Qué diferencia hay entre las dos lenguas: el español de España y el de Colombia? La diferencia más clara y obvia en la fonética es la forma de pronunciar "c” y "z”. Este fenómeno se llama "seseo” y así se pronuncian igual abrazar y abrasar. Por ejemplo, cambiar de "s” a "c” en una palabra como "ascensor” es muy difícil para los colombianos y suena muy raro. Otra cosa interesante de la fonética colombiana es que en el habla de los colombianos existen las sílabas "tla”, "tle”, "tlo”, "tli”. En España la gente pronuncia así las siguientes palabras: "at-lántico”, "at-letismo” etc. En Colombia no separan la "t” por eso dicen: a-tlan-ti-co (atlántico), a-tle-tis-mo (atletismo) etc. Además, hay otras diferencias en la fonética colombiana pero paramos en ese, porque con este tema podría ser necesario escribir un trabajo lingüístico muy grande y sólo escribo un artículo pequeño. Pues, para saber algo de los dialectos del español en Colombia vamos a comprobar sólo dos dialectos: el de Bogotá, la capital de Colombia, y el de Nariño, al sudoeste del país. Se puede distinguir con facilidad de que región proviene un colombiano con sólo escuchar un par de palabras. Les pregunté a dos estudiantes colombianos de estas regiones. Y aquí puede leer todo lo que me contaron. En Bogotá todo el mundo trata de "Usted”. Es que la gente de la capital trata uno a otro con gran estilo. "Usted” lo usan los jóvenes entre sus amigos. La forma de "tú” se usa sólo con relación con las chicas y mujeres. Si un chico va a hablar con un hombre de Bogota con "tú”, lo tratará de "Usted”. A veces los padres usan "usted” para hablar con sus niños y para reñirles a veces pueden usar sus nombres completos con dos apellidos. Normalmente la gente usa "señor” y "señora”, "Don” y "Doña”. No te avergüences si en un restaurante una camarera para mostrarte su respeto te dice. "¿Qué se le ofrece, mi rey (o mi reina)?” En Antioguin y Nariño se emplea "voseo”, que significa que se usan "vos” en todos los casos donde en España se usan "tú”. Por ejemplo, "vas”=”vos vas”, "quieres"= "vos querés” (además el verbo se cambia, también). "Cuando los peninsulares dicen que hablamos el mejor español, - dice el profesor Conrado Zuluaga de Colombia, - están diciendo algo que la mayoría no tiene ni la menor idea de lo que eso significa. Lo que ocurre, hablando sinceramente, es que conservamos expresiones, frases o modales adheridos al lenguaje coloquial que ‘nos hace ver’ más correctos. En el fondo es que conservamos el idioma (o conservábamos, porque tal vez hoy eso queda en entredicho). El siguiente ejemplo, para orgullo de todos los colombianos, aclara el asunto. De don Tomás Carrasquilla siempre se dijo que no escribía en español sino en antioqueño (en esa trampa cae hasta el mismo García Márquez), pero cuando Unamuno lo leyó dijo que no, que con Carrasquilla lo que ocurría es que escribía en un español arcaico. Última aclaración, ese español tan correcto no es patrimonio (también esto se podría deducir del ejemplo anterior) de Bogotá. ¡Ni más faltaba!, como dirían nuestras madres. El patrimonio de Bogotá que empezó siendo la Atenas sudamericana, ya pasó por la tenaz sudamericana y ahora va en la ‘apenas’ sudamericana. "En cada linaje, el deterioro ejerce su dominio”, decía el poeta peruano Carlos Germán Belli.” El idioma español de Colombia acepta muchos americanismos y extranjerismos. Los "Americanismos” son préstamos lingüísticos de una lengua indígena americana. El término corresponde principalmente a palabras que denominan objetos americanos: tomate, hamaca, huracán, canoa. En el español colombiano hay, también, angloamericanismos, que provienen del inglés. En las jergas de jóvenes hay unas palabras de este tipo. Por ejemplo: "bear”= "cerveza”, "man” ="joven”. Es muy curioso porque todo se pronuncia con fonética española. Por este motivo, en el año 1980, el gobierno del país promulgó la ley de protección del idioma. Los refranes son productos de la sabiduría popular. En el caso de Colombia, muchos de los refranes son de origen español pero han sido acomodados a la realidad de los colombianos. Por ejemplo, los españoles dicen "Cada mochuelo a su olivo”, y los colombianos: "Cada loro en su estaca”; los españoles "hijo de gata, ratones caza” y los colombianos "hijo de tigre, sale pintado”. "Donde pone el ojo, pone la bala”, "A caballo regalado no se le mira el colmillo” (significa que no hay que decir nada malo sobre un regalo que le ha sido regalado), "Más vale pájaro en mano que cien violando”, "Se quedo sin el pan y sin queso”, "Soldado advertido no muere en guerra o muere advertido”, " Camarón que se duerme se lo lleva la corriente” (si uno no hace nada para conseguir lo que desea, lo pierda todo), "El que piensa, pierde” (el que piensa mucho, pierde todas las posibilidades, las que tenía que usar urgentemente para tener éxito). Las "coplas” son otra cosa. Los alumnos en sus escuelas tienen que aprender esas "coplas” para que no olviden su folklore. He aquí un ejemplo: Allá arriba en la montaña Hay una mata de limones Cada vez que subo y bajo Se me caen los pantalones. Las "coplas” suelen tener un carácter humorístico. Los chistes, también, tienen su lugar en la lengua de cualquier país. Muestran la psicología del pueblo. "La gente en Colombia se ríe mucho, y mucho más que ustedes aquí – me cuenta Marco, un músico colombiano en Moscú, - la diferencia del humor ruso, que es muy irónico, tendiendo a lo sarcástico del colombiano, es que el colombiano me parece mas "burlar” y "ridiculizar”, eso nos parece muy divertido. Cuando a alguien las cosas les salen mal, por ejemplo eso es un chiste, las mismas personas a menudo se ríen de sus desgracias, de que son pobres, feos, con mala suerte, etc. Hay chistes muy populares sobre Juan Bobo (un tipo de "idiota” que hace cosas muy estúpidas y graciosas), sobre un estudiante de escuela llamado Jaimito, el cual es muy bruto y a veces vulgar”. Para terminar el tema de los chistes, esta broma que es una maravilla: – ¿Cuál es la ciudad más pequeña de Colombia? – Medellín, porque sólo tiene un metro. (Alusión al metropolitano de la ciudad – único en el país – del que los medellinenses están muy orgullosos). Y ahora vamos a hablar sobre "colombianismos”, el tema más interesante para los jóvenes que quieren visitar Colombia. Los "Colombianismos”. Como nos explica el profesor colombiano Conrado Zuluaga "Se trata de voces y expresiones propias del español en Colombia que constituyen un vocabulario diferente del que es usual en el español general. Son el resultado de los mecanismos reconocidos de la evolución lingüística ya sea por la acción del cambio semántico (como ‘avión’ para identificar a quien siempre saca provecho), o por transformaciones morfológicas (como ‘loquina’ para decir ‘locura’). En ocasiones esos vocablos son de uso general en toda Colombia, pero en otras su uso es regional, por departamentos o localidades. Algunos ejemplos: agarrón (altercado, pendencia, riña); aguachento (fruta u otro alimento insípido por exceso de agua); carranguero (expendedor de carne de mala calidad, música folclórica cundiboyancense); lobería (acción de mal gusto); pispo (bonito, agradable) voleo (ajetreo)”. Aquí tiene un vocabulario de "colombianismos” para estar preparado para todos los casos durante su viaje a Colombia. El artículo está hecho gracias al apoyo inapreciable del Embajador de Colombia Diego Tobón, del profesor colombiano Conrado Zuluaga y del resto de nuestros amigos de ese país.
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