Los vinos de Galicia son muy populares en la región misma y en el resto de España, pero sólo comienzan a ocupar su posición en otros países. En el fondo, el vino está hecho de uva blanca, el vino tinto representa una pequeña parte de la producción de vinos gallegos. La crianza y la producción de vino en la mayoría de las regiones es una tradición que tiene el origen en la época romana. Las principales regiones productoras de vino son Rías Baixas, O Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei. Las marcas más populares son Albariño, Treixadura, Godello, Mencía.
La producción de vino tiene que responder a muchas exigencias formales, es un proceso controlado por un Consello (Consejo) Regulador. Las principales funciones del Consello Regulador es el control del origen, control de la calidad, divulgación de sus productos y todos aquellos controles tanto internos como externos que garanticen el cumplimento tanto del Reglamento interno del Consello Regulador como de otras leyes que a los que esta sometidos. En las bodegas se lleva a cabo otro tipo de control tanto por depósitos como por tipo de vinos, añadas etc.…. Para producir y vender tu producto hay que obtener la certificación de la ACEVIN (Asociación Española de Ciudades del Vino) y la Secretaría General de Turismo del Gobierno Español. Al final, el vino recibe la denominación de origen de cierta zona, por ejemplo, la Denominación de Origen Rías Baixas. El vino es una pasión, una religión para mucha gente de Galicia. , Su vida esta totalmente dedicada a la crianza y producción vinícola. Si quieres sentir lo mismo que sienten los trabajadores sencillos de las bodegas, sentir la atmósfera específica de la vendimia, tienes una posibilidad única para emprender un viaje al mundo del vino.
Últimamente en Galicia son muy populares las Rutas del Vino – una variedad de enoturismo. Puedes pasear entre viñedos. Saborear un ribeiro en la visita a una bodega o sentado a la mesa de un restaurante mientras se degusta la excelente gastronomía gallega. Charlar con un artesano. Alojarse en una villa centenaria en medio de un paisaje típico de viñedos. Disfrutar en un balneario de las aguas termales que tan abundantes son en la zona o incluso de un tratamiento de vinoterapia. Admirar la riqueza patrimonial del Ribeiro: templos barrocos, románicos, villas históricas, arquitectura popular... y aprovechar la amplia oferta de actividades de ocio o asistir a alguna de las muchas fiestas que se celebran en la zona en las que el visitante tendrá la oportunidad de comprobar la hospitalidad de los vecinos.
Las Rutas del Vino pueden ser simplemente un itinerario marcado en el mapa o bien viajes organizados por muchas empresas. Por ejemplo, La Ruta do Viño do Ribeiro es una ruta nueva. El viaje no tiene una duración determinada. La duración la establece el propio turista, 2, 3, 4 días o incluso una semana. Los mayoría de los visitantes vienen de Galicia, pero también se visitan de Portugal y de otras zonas de España como Madrid, Barcelona, Castilla - León, País Vasco, etc. El Orujo de Galicia es una bebida muy típica en esta comunidad autónoma española. Es el aguardiente obtenido por la destilación de los orujos fermentados, procedentes de la vinificación de uvas producidas en Galicia. Galicia es la única región española con derecho a denominación geográfica, en la misma categoría que los marcs franceses, las grappas italianas, etc. La destilación para la obtención de alcohol es una práctica muy antigua, cuyo invento se suele atribuir a los árabes. La palabra alcohol es de origen árabe. Su significado primitivo era "finísimo polvo de antimonio usado en cosmética”, y era un producto utilizado para pintar ojos y cejas. Puede suponerse que las destilaciones de orujo y vino empiezan en Galicia a partir de siglo XVII. La elaboración del aguardiente de orujo está en el corazón del viticultor. Es una bebida fuertemente integrada en la vida de labriegos y marineros, los cuales aseguran que una copa refresca en el calor y calienta en el frío. El aguardiente de orujo se utiliza para la elaboración de licores. Los más consumidos son el licor de hierbas y el de café. Con él también se preparan compotas de peras y manzanas. En medicina y en veterinaria popular existen muchas recetas de aguardentoterapia.
La Queimada es uno de los rituales más difundidos del aguardiente. Sin el componente mágico-religioso – heredado de civilizaciones antiguas y transmitido a través de los distintos pueblos colonizadores – ni el aguardiente podría ser el espíritu del vino, ni la queimada otra cosa que la simple combustión de una sustancia orgánica, el alcohol etílico. Para la preparación, el aguardiente se hace arder añadiéndole azúcar, cáscaras de naranja y limón, café o vino tinto al gusto del quemador. Con buen pulso se prende fuego y, mientras la queimada se remueve con un cucharón se recita algún conjuro, a la vez que se levantan las llamas.
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