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Inicio » Artículos » Año lectivo 2009/2010 » № 24

¿De qué canta el alma del poeta?

En presente el arte del flamenco se gana la confianza de miles de los admiradores en el mundo entero. El baile sobre todo es muy popular. Pero sabemos poco de la poesía del flamenco. Es muy interesante ¿de qué canta el alma del poeta? Me gustaría levantar la cortina de este secreto.

El primer estilo de que quiero hablar es la soleá. Manuel Machado una vez ha dicho que la soleá es "la madre de todas las variedades del cante” así mismo como la seguidilla de Sevilla es "la hija del baile”. Sin duda el género de la soleá se caracteriza por la grandeza y la discreción, el sentido de dignidad personal y la magnificencia; la soleá está creada para permitirle a una persona contar sus sensaciones que se escapan de un alma herida gracias al cante. La letra clásica de la soleá consta de tres o de cuatro versos octosilábicos:

Cuando vaya en busca tuya,
los ojitos se me salte
como granitos y uvas.


Las soleares de cuatro versos también se llaman «apolá» o «de cambio»:

El espejo en que te mires
Te mires como tu eres,
Pero nadie te diría
El pensamiento que tienes


El cante por soleá es tan flexible que una melodía puede cambiar de la grandiosidad de caña a la alegría irresistible.

Yo metí a la lotería,
Y me ha tocao tu persona,
Que era lo que yo quería.
Te vi a decí a dónde fui:
A contá, de puerta en puerta, cositas de ti.



Probablemente el cante por soleares se formó en el primer tercio del siglo XIX para acompañar el baile con ayuda del jaleo. Sin embargo más tarde se transformó en el cante y ocupó una de las posiciones básicas en el flamenco.
Las letras de las soleares tocan una gran cantidad de temas: de unos superficiales a otros trágicos tales como el deseo de vivir, el amor y la muerte. En la actualidad los cantadores cantan la soleá en los festivales y los conciertos solos porque unos amantes modernos aprecian la complicación de ejecución y la variedad de este cante.

Un género más que merece la atención y que es opuesto en su tono a la soleá es el de alegrías.

El género de alegrías es una de las variedades del cante de Cádiz. Alegrías es un cante de fiesta, es muy ligero y gallardo. Este género recuerda mucho el cante siciliano llamado "fiori”.
La estructura del alegrías consta de dos cuplés poéticos que pueden rimar o no rimar, cada línea es pentasílaba. El tema de la copla es de fiesta y alegre, por ejemplo, el de un admirador galante en la conversación con una muchacha joven:

Cuando va andando,
Rosas y lirios
Va derramando...
Tiene unos ojos,
Que las pestañas
Le hacen manojos...


Rodríguez Marín encontró algo en común entre el cante por alegrías y la muiñeira («muñeira» – el baile popular en Galicia y Asturias), cuando la primera copla crece por adición a una sílaba:

Sale de la arсoba,
Coloraíta como una amapola...

Y para el colmo va el estribillo en tal estilo:
Andandito con ella;
Déjala pasar,
Que es mocita doncella...


Niño de Barbate, el cantador muy conocido, llenaba el alma del oyente con alegría cuando cantaba:

Se amarra el pelo,
Se amarra el pelo,
Con una jebra
De hilo negro...


El alegría frecuentemente se convierte en un estilo muy interesante que se llama bulerías. El nombre del género apareció en la literatura en 1881 como sinónimo de la palabra "burla” es decir un chiste, una mofa. Esta etimología se considera clásica.
Los motivos de la poesía del bulerías son los más diferentes. Aquí está uno de los ejemplos:

Que borrachera...
como yo me voy por la Calle Nueva.

Esta noche no vamos a dormir,
que no vamos a dormir...
Porque viene alumbrando una estrella,
Dicen que viene de Oriente,
alumbrando caminos y quitando las penas.

No te mando más castigo
que estés durmiendo con otro
y estés soñando conmigo.

Tengo pena porque tengo...
que una camiseta sin cuello,
sin manguitas y sin delantero.

Sale el pollo con el pío pío,
La gallinita con el cocoró,
Eso le hace lío al padre mío
Que pío pío cocoró...

Según mi parecer esto es porque el flamenco es un arte más rítmico que poético y la poesía desempeña un papel secundario. Ella sirve de acompañamiento del baile más que para transmisión de un significado poético.
En general se puede hablar de la poesía del flamenco infinitamente porque el flamenco es un arte muy complicado, variado y misterioso. Y por eso atrae más y más admiradores.


Categoría: № 24 | Ha añadido: quepasa (18.09.2010) | Autor: Alejandra Primáchek
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