El desarrollo del flamenco en Rusia era un proceso muy largo y complejo. Como se dice él iba a través de los espinas a las estrellas. Primero el flamenco apareció en el medio musical y sólo después conquistó su espacio en la esfera de bailes. Todo esto comenzó a partir de las grabaciones de Paco de Lucía que erraban por los mercados negros soviéticos en los años setenta. Y en cuanto a los bailes, estos llegaron a Moscú al principio de los años 80 con las películas de Carlos Saura. La gente vio por primera vez lo que era el arte de flamenco, y apareció un grupo pequeño que empezó a estudiarlo. Pero no había lugar donde se podía hacerlo. Como nos contó una bailadora rusa del flamenco María Raid, por no tener la posibilidad de estudiar el baile ella comenzó a estudiar todos los textos, documentos literarios que había en Moscú de entonces. Como una de las fundadoras del flamenco en Rusia se puede considerar a la española Violetta González. La vida de esta mujer única refleja todas las peripecias del siglo pasado. Evacuada de España en 1936, educada en un asilo soviético ella llegó a ser una coreógrafa eminente en el marco del baile español en la URSS. Ella llevó su cultura por toda su vida y pudo compartirla con mucha gente. Después de jubilarse en la época de perestroika Violeta intentó regresar a España. Pero a pesar de toda la ayuda financiera que le concedió el gobierno español ella no consiguió acostumbrarse a la vida española y visitaba Rusia regularmente. Comenzó a dar clases de flamenco a la gente rusa aficionada a este baile español. María Raid describe su primera impresión de los estudios con Violetta González: "En aquella época las escuelas privadas sólo comenzaban a abrirse. Una de estas estaba en Sivtsev Vrazhek, y allí llegó la maestra invitada Violetta Gonzalez. Yo llegué a la segunda clase y la gente ahí ya bailaba con amenidad la primera sevillana. Lo vi por primera vez. Pareció que era muy difícil. Allí bailaban las chicas con la formación coreográfica y yo vine de fuera. A mi me pareció que no podía nada, y Violetta explicaba de una manera muy especial - paseaba, daba patadas a todas nosotras y no explicaba nada”. Al principio esta escuela existía de manera que Violetta venía para tres meses y daba las clases. Después se iba y dejaba a las alumnas para que pulan la coreografía individualmente. Al cabo de algún tiempo cuando se formó un repertorio bastante grande las alumnas jóvenes de Violeta hicieron su propio concierto. Como contó María Raid, «Violetta nos miró con espanto y dijo "¡Ni piensen en la escena!” pero nosotros seguimos ensayando y a ella le gustó». Así en 1999 se formó el conjunto «La Compañía Violetta González». Violetta era una maestra nominal, era la coreógrafa pero la parte principal la hacían sus alumnas. Luego apareció la segunda y la tercera generaciones, cada uno tuvo sus propios alumnos. Violetta venía, daba la coreografía y sus primeras alumnas enseñaban a las siguientes generaciones. De este modo fue formado un repertorio grande y el conjunto empezó a dar grandes conciertos. Pero lo que presentaban no era el flamenco puro porque Violetta era de España de Norte y daba las clases del baile clásico adaptado a la forma escénica. En 2000 año los miembros de "La compañía” visitaron las clases de los maestros en Sevilla, Jerez Cádiz, viajaron al sur de Andalucía de Sanlucar a Tarifa, vieron el flamenco en los tablaos, en las actuaciones callejeras y en el concurso nacional y comprendieron lo que hasta aquel momento no habían conocido ni sabido. Vieron que el flamenco podía ser distinto, que aún los profesionales lo entendían de una manera diferente y que este arte dependía de la escuela y de la persona que lo interpretaba. En 2001 año María Raid, Svetlana Savélieva, Oxana Kirievnik y Natalia Vorontsova se fueron de "La compañía” y crearon su propio conjunto "Almas del fuego” donde empezaron a interpretar el flamenco puro profesionalmente. Al mismo tiempo en los años noventa hubo un conjunto más – "Los de Moscú”. Fue un fenómeno único porque esta gente comenzó a estudiar el flamenco fuera de las escuelas y corrientes, por su cuenta y riesgo. Valentina Pajómova, la maestra del conjunto, había vivido en España porque su marido trabajaba allí. Mientras que él trabajaba ella llevaba su hijo a las clases del baile. Y poco a poco se entregó de lleno a esta pasión. Al volver a Moscú formó su conjunto con Pavel Batalin y sus dos alumnas y lo nombró «Los de Moscú». María Raid cuenta: "Mientras nosotros bailábamos un baile español clásico, ellos ya bailaban el flamenco. Nosotros les mirábamos con respeto. Ellos ya tenían la noción de "compás” de que nosotros no teníamos ni idea. Valentina sabía mucho del flamenco, coleccionaba los libros dedicados a este tema. Y ella empezó a enseñarnos. Nos enseño tocar las castañuelas, explicó lo que era "el compás”, es decir, ponía nuestros conocimientos en orden”. El flamenco se desarrollaba también en otras ciudades. En San Petersburgo Natalia Pereviazko en los años noventa organizó la primera escuela de flamenco con la gente de formación coreográfica y se dedicó al baile español escénico. "Cuando ellos llegaron en Moscú con motivo de la conmemoración de Lorca, nosotros pensamos: "¡Dios mío!, nosotros nunca podremos bailar así”. Todas ellas tenían las espaldas rectas, con el porte. Eran perfectas” – dice María. En general, en cuanto a los bailes los de Moscú y de San Petersburgo tienen un punto de vista muy diferente. En San Petersburgo la cultura de baile es más clásica porque mucha gente tiene formación clásica de ballet. Está muy bien porque los de San Petersburgo pueden trabajar mucho. Pero en Moscú hay mucha variedad estilística. En San Petersburgo el flamenco es más recto y más fuerte. En Moscú no hay tales conjuntos como "Primavera” o "Aire”. Desde el año 2000 tales maestros y bailaores como Mayte Martin, Felipe Mato y Manuel Betansoz empezaron a llegar a Moscú. A San Petersburgo llegaban los maestros de flamenco hasta de Finlandia. Así empezó el desarrollo del flamenco en Rusia. En la actualidad la cultura de flamenco prospera en las ciudades diferentes de Rusia. En Moscú abrieron la escuela "Flamenquería” donde los maestros de España dan clases. Los españoles vienen a Moscú con las clases y los conciertos. Por todas partes de Rusia se abren las escuelas de flamenco. En Moscú durante nueve años tiene lugar el festival de flamenco "¡Viva España!”. La popularidad del flamenco en Rusia se puede explicar porque "es un arte que tiene un potencial grande, que absorbe muy bien los elementos modernos y los de otras culturas”. P.S. Muchas gracias a María Raid por la información. P.P.S. Violetta González falleció el 3 de Mayo. Recuerdo imborrable.
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