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Inicio » Artículos » Año lectivo 2008/09 » № 20

La etnografía en acción

El verano no es solamente un tiempo de descanso, sino también época de trabajo. Sin embargo, hay actividades a las cuáles me es difícil etiquetar cómo alguna de estas dos cosas. Son más bien una mezcla un mixto de ambas. Tengo en mente las prácticas estudiantiles.

En el artículo anterior ya se ha dado un resumen breve sobre diferentes tipos de prácticas. Yo personalmente, siendo estudiante de la cátedra de etnología de la Facultad de Historia, quisiera hacer un enfoque en la práctica etnográfica.
Los estudiantes de nuestra cátedra tradicionalmente tienen una práctica obligatoria "en el campo”. Tenemos la oportunidad de visitar diferentes lugares de nuestro país y a veces de los países vecinos.

El objetivo de este trabajo, entre muchas otras cosas, es antes que nada aprender a hablar y escuchar. Sé que suena algo raro, pero lo que no, que a la primera vista son cosas comunes y habituales. Sin embargo, cuando te encuentras allí, en el campo, descubres que aún hay mucho para aprender.
No es tan fácil cómo como parece aprender a hacer las preguntas correctas. Es más difícil obligar al respondiente a hablar, a abrirse un poco al etnógrafo. A veces hay que recurrir a preguntas especiales para asegurarse de que tu interlocutor de hecho esté diciendo la verdad.
 
Y otra cosa aún más dura es comportarse de manera correcta - ¡imagínense! casi todo el día. Les aseguro que es este aspecto es el que puede hacer de las expediciones etnográficas un trabajo a veces más penoso que -las expediciones arqueológicas arqueológicas. Fíjense: - en las excavaciones, aunque uno estuviera de un humor terrible por la mañana, de todos modos sería capaz para hacer su trabajo, sin ningún problema - lleva tu mala cara al sitio, y descárgate sobre la pala. Pero trabajando en la expedición etnográfica, uno no tiene el lujo de estar de mal humor por la lluvia o falta del sueño la noche anterior. Te pones una sonrisa en la cara, ya que la mayor parte de tu día ha de ser dedicada a la comunicación con la gente que va a formarse su imagen de los moscovitas y de nuestra universidad en gran parte basándose en su percepción de ti.

Para muchos es un gran obstáculo acostumbrarse a molestar a la gente con preguntas, especialmente entrando en su casa sin ninguna invitación particular. De hecho es parte de nuestro trabajo - poder acercarse a la gente sin sentirse incómodo.

Pero hay que tomar en cuenta que nuestro trabajo tiene muchas ventajas que, en mi opinión personal, pesan más que lo duro y lo difícil, - aunque superar las dificultades también es una experiencia única y útil.

En primer lugar, la comunicación con la gente de diferentes etnias diversifica el modo de pensar, obtienes una nueva perspectiva a las cosas. Segundo, tienes la oportunidad de ver con tus propios ojos algunas tradiciones antiguas que coexisten con la vida moderna. Luego, el aire libre, la leche fresca, legumbres recién recogidos - nada mejor para la salud y el estado de ánimo.

En fin, la expedición etnográfica es una experiencia única que le da a uno la oportunidad de conocer la vida real de la gente en nuestro país, sentir el ritmo de la existencia en la provincia, aprender a comunicarse con la gente. Le garantizo que lo que vea allí, trabajando en el campo, le dará muchos motivos de pensar sobre la diversidad de los pueblos y, a la vez, sobre sus semejanzas.
Categoría: № 20 | Ha añadido: quepasa (10.12.2009) | Autor: Ána Andréyevskaya
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