Si quieren descansar de la agitación y de lo ordinario de la vida en la metrópoli, pasar unas vacaciones inolvidables a una gran distancia del estrés y los conflictos, sentirse como un descubridor, ¡Bienvenidos a la isla de Pascua !- una isla minúscula en el fin del mundo, perdida en el océano, la última mancha blanca en nuestro planeta. Así suenan los anuncios de las agencias de turismo. Como dicen los mismos anuncios, se puede llegar a la isla volando de su ciudad hasta la capital de Chile, Santiago, y después a la capital de la isla de Pascua, Hanga Roa (el vuelo de Santiago a Hanga Roa dura 5 horas); o simplemente navegando en su propio yate. Como yo no tengo ni yate, ni avión personal ni billetes Moscú-Santiago- Hanga Roa, les propongo realizar un viaje imaginario a este lugar enigmático y encantador. |