A principios de la semana pasada se celebró en Moscú un gran foro ruso-venezolano presidido por el vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela Jorge Rodríguez y el viceprimer ministro en funciones de la Federación Rusa Alejandro Zhúkov. En el marco de este evento el martes, 18 de se realizó en el Centro de Comercio Internacional el Consejo Empresarial Ruso-Venezolano seguido el miércoles por una reunión de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel (CIAN) y encuentros bilaterales. Nuestro corresponsal estuvo presente en las salas de reuniones del foro.
Los pasillos del Centro del Comercio Internacional, conocido como Centro Hammer y sus salas que llevan nombres de los grandes ríos rusos bullían de gente: diplomáticos, militares, periodistas, empresarios, cuando aparecieron Zhúkov y Rodríguez. Tras una breve sesión plenaria los copresidentes se reunieron con los periodistas en una conferencia de prensa.
Ellos instaron a los hombres de negocios y funcionarios asistentes al foro que reunieran los proyectos más viables en una 'hoja de ruta' de cooperación bilateral. Jorge Rodríguez indicó que el objetivo es 'trazar un mapa estratégico de gran alcance del intercambio económico en distintas áreas', informa la agencia EFE.
Agregó que, si bien en los años anteriores esa cooperación se centraba en los sectores del petróleo, gas y minería, es hora de 'diversificar y profundizar' los lazos económicos y crear mecanismos de acompañamiento financiero de las inversiones mutuas. El vicepresidente subrayó que Venezuela desea acceder a las tecnologías punta rusas y, a su vez, se ofrece como 'puerta de entrada en América Latina', comunica la misma agencia.
Empiezan los encuentros de talleres de trabajo y mesas redondas especializadas. Es ahí que te das cuenta de la envergadura del foro.
“No es la primera vez que se celebre un encuentro de tan alto nivel – comenta María, graduada de la Universidad Lomonósov y ahora funcionaria de la embajada venezolana – puesto que el propio presidente Hugo Chávez visitó cinco veces Rusia. Pero es el primer encuentro empresarial tan amplio.”
Efectivamente en las siete salas de reuniones – algunas repletas hasta tal punto que faltaban asientos – se discutían acaloradamente los proyectos de cooperación más variados desde los temas tradicionales de petróleo y gas (incluida la construcción del Gasoducto Transamericano) hasta la agricultura y alimentación, desde el material para la defensa hasta el sector bancario y de transportes y desde la exportación y producción de maquinaria (quién sabe si pronto Venezuela fabricará camiones Kamaz y tractores rusos) hasta la medicina y la educación.
Gregorio, vicedirector general de una empresa rusa que produce minifábricas para el procesamiento de leche, explica:
“Es un gran objetivo ése que se plantea el gobierno de Chávez, dar a cada niño un vaso de leche. Y nuestras fábricas modulares es exactamente lo que necesitan para ello. Se montan en cualquier sitio, en medio de los llanos, por ejemplo, y la leche que allí se produce, ¡ya la tienes pasteurizada y envasada! Los venezolanos, incluido el viceministro de Economía Agrícola y presidente de la Corporación Venezolana Agraria (CVA), Richard Canán, se mostraron muy interesados”
Decenas y decenas de ideas y propuestas quedaron reflejados en los documentos finales.
El viceprimer ministro Zhúkov constató que 'el diálogo constructivo entre Rusia y Venezuela viene acompañado de una dinámica positiva en la cooperación económica bilateral', según la agencia Interfax. ¡El intercambio comercial entre ambos países aumentó casi siete veces en los últimos dos años! No cabe duda que el foro de la semana pasada contribuirá a ampliar y acelerar este proceso.
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