Como en otros centros culturales el estudio de la lengua en el Cervantes es dividido en varios niveles. En total hay 9 niveles. Cada nivel ocupa de 2 a 3 meses. Normalmente hay clases dos veces a la semana. Pero en el Cervantes hay una gran cantidad de combinaciones de horario, así que con cualquier agenda estudiantil o de trabajo es posible encontrar el tiempo para las clases. El rasgo del instituto Cervantes es que todos los profesores son españoles. Los secretarios y los empleados de la biblioteca también hablan español perfectamente. Algunos de mis profesores no sabían ni una palabra de ruso, e incluso aquellos profesores que más o menos lo aprenden, todo el tiempo hablan con nosotros exclusivamente en español. Así que la inmersión completa en la lengua está garantizada. Estaréis rodeados siempre por el español vivo, por eso en el Cervantes enseñan muy bien la pronunciación.

 Está claro que las clases dependen mucho del profesor. Hay unos profesores más buenos y exigentes (y por eso más famosos en el centro, como, por ejemplo, Mario o Isabel), hay aquellos, que te dejan más libertad. Pero todos son profesores excelentes, experimentados, y también personas muy simpáticas y interesantes. Pero además, estudiando en el Cervantes, uno debe recordar siempre que cada estudiante toma del profesor tanto, cuanto quiere – todo depende de su ambición y la aplicación. Por eso es necesario elaborar la responsabilidad y el autocontrol.

 Todos los profesores procuran amenizar las clases, hacerlas más interesantes. Va a leer relatos de autores hispanohablantes, escuchar música y mirar películas españolas. En los últimos niveles se presta mucha atención a vuestra posibilidad de comprender la lengua no sólo de la boca de vuestros profesores y de los castellanos - os acostumbrarán a los diferentes dialectos del español. Vais a aprender la diferencia entre la lengua en Andalucía y Valencia, en Cuba y en Argentina.

 En el fin del curso todos pasan un examen escrito. De los resultados de este examen depende vuestro paso al próximo nivel. También dos veces al año, en noviembre y en abril, en el Cervantes hay una posibilidad de pasar el examen DELE (Diploma de Español como Lengua Extranjera). Hay unos cursos especiales, que ayudan a prepararse para ese examen. En el Cervantes hay muchos más cursos especiales: lenguaje hablado, taller de literatura, el español y el cine, el catalán y otros.

 El Cervantes no es solamente una escuela de la lengua, sino un centro cultural. Posee una biblioteca bastante grande, una rica video- y audioteca. Los jueves en la sala de actos del Instituto se puede ver películas españolas. Frecuentemente se organizan conferencias, conciertos, exposiciones, mesas redondas. Así que en el edificio pequeño en el Novinskiy bulevar descubriréis una pequeña España con toda su hospitalidad.

¡Bienvenidos al Instituto Cervantes!

 Podéis encontrar más información sobre el centro en su página electrónica: www.moscu.cervantes.es

Futura historiadora del arte – y ahora estudiante del cuarto año en la Universidad Lomonósov –Elena está ligada desde niña a la lengua y la  cultura hispánica.