En el Instituto Cervantes en el marco del ciclo "Crónica sentimental de España" el 4 de diciembre se celebró la conferencia de Svetlana Pozhárskaya "La historia a pesar del dictador" dedicada a la publicación de su libro Francisco Franco y su tiempo. El ¿Qué pasa? estuvo presente en el acto.
Inaugurándolo, Carlos Valmaseda, historiador y director de la biblioteca Miguel Delibes expresó su opinión de que la historia para ser tratada objetivamente necesita ser vista a cierta distancia. Y es ese enfoque objetivo, aunque no indiferente, que nos ofrece la obra de la doctora Pozhárskaya.
Su colega, la doctora Alla Namázova del Instituto de Historia Universal de la Academia de Ciencias de Rusia, subrayó que la figura del caudillo no debe ser pintada sólo de negro: hasta cierto punto se puede decir que fue él quien creó las condiciones para el proceso conocido como la Transición Española.
En su conferencia Svetlana Pozhárskaya – que ha dedicado varias décadas de su vida e ingente esfuerzo científico a hacer la biografía posiblemente más seria y mejor fundada del dictador – advirtió sin embargo que en su caso no puede tratarse de un líder nacional, por lo dividida que estuvo España durante prácticamente todo su gobierno.
La historiadora es, a pesar de los años y sus inevitables achaques, es muy activa, concreta y aguda en sus comentarios, y su memoria cuando cita fechas y detalles haría envidia de cualquier joven. Reconoce y presenta a los participantes en la discusión: “Sí, Josefina, comprendo lo que quieres decir...” “¡Hola! Es Amaya, la hija de Dolores Ibárruri...”
La hija de la Pasionaria, Amaya Ruiz Ibárruri que asistió al evento acompañada de su hijo declaró a ¿Qué pasa? estar muy contenta por la aparición del libro de su amiga Svetlana. Las dos hicieron sus estudios en la facultad de historia de la MGU, “sólo que Amaya los interrumpió varias veces como le iban naciendo los hijos...”
La familia Ibárruri, como ya se ha dicho, está muy intensamente ligada con la Universidad Lomonósov: Dolores fue doctora honoris causa por la facultad de historia; aquí estudiaron su hija y su nieto y ahora estudia – en la facultad de economía – su bisnieto.
Amaya Ibárruri, que reside actualmente en Madrid, pero que pasó gran parte de su vida en nuestro país, dijo estar satisfecha de que la gente comience a tomar conciencia y a valorar la actuación histórica de su madre. “Fue una mujer de origen muy humilde, hija y nieta de mineros, pero supo crearse una cultura y convertirse en líder popular”. Amaya Ibárruri está muy activa defendiendo la memoria de la Pasionaria, inaugurando plazas y monumentos, participando en actos dedicados a su madre.
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