A la gente es muy difícil resignarse con lo que no entienden algo (por ejemplo en una canción, un libro o una película), pero, de verdad, no quieren entenderlo y después dicen, que la canción es “попсовая”, "no he leído el libro más estúpido" y "la película es similar como las otras americanas".
¡Que piensen así! Pero no se debe olvidar que al escuchar, leer, mirar estas obras quizás un/a chico/a diga: "Con todo y eso, no viví este día en vano!"
Hay casos, cuando la canción le gusta muchísimo a alguien - las palabras no se recuerdan. Escuchándola, te ensimismas en tu propio y pequeño mundo artificial, parecido al sueño, (creándose durante la canción), salir del cual no se quería.
Y cuando por fin puedes cantar toda la canción o acompañarla con un instrumento musical, ella pierde su misterio.
Por ellas mueren
Mueren no sólo por Jesús o Dios.
Es posible enumerar muchos accidentes cuando adoradores, admiradores y fanáticos de grupos musicales famosos (a los que han visto sólo desde la escena o en sesiones de autógrafos) se suicidan.
Por amor a Victor Zoy se han suicidado 7 personas: 2 de ellas se han matado cerca de "la pared de Zoy" (en la calle Arbat), las otras (5) cerca de su sepultura. Algunos de ellos, antes de despedirse de sus vidas, han dejado notas agónicas, en las cuales han escrito que no están en condiciones de vivir sin él.
En diciembre del año 1999, en vísperas del milenio, una estudiante del octavo grado en Samara Helena Mitkova, armada con el cuchillo, se abrió las venas, al parecerle oír como Victor Zoy la llamaba a ella.
En marzo del año 2000 el habitante de 12 años de la ciudad Odinzovo (se encuentra cerca de Moscú) Alejandro Soldatenko se arrojó por el balcón de su cuarto en el quinto piso. Antes de morir, él escribió una nota corta, en la cual confesó: "Yo amo a Zemfira". Quizás exactamente a él Zemfira dedicase su canción y el álbum "PMMA" (Perdóname mi amor). Hoy en día dado que la cantidad de los suicidios en Rusia se acerca a los países de Occidente, donde fanáticos matan a sus ídolos para cubrirse de gloria (el caso de John Lennon).
Por ellas viven
Muy a menudo se puede ver en las calles y avenidas, en los medios de transporte terrestres y ferroviarios, metro, y a veces en clases de escuelas y en conferencias en universidades a la juventud con auriculares en los oídos. ¿Por qué? Porque las canciones ayudan solucionar los problemas graves de la vida, afrontar un amor desgraciado o la muerte de los familiares y allegados, entender mejor el mundo circundante y el propio. Para eso la gente se reúne en entradas, patios, techos y conciertos - para compartir su humor con los otros, como vasos comunicantes, encontrar sus correligionarios, librarse de la desolación y dar vuelta la página.
Hay tantas líneas que a través de los oídos penetran en la víscera misma, y sientes como debajo de los omoplatos crecen dos alas (sin bromas), y quieres hacer algo muy bueno, cambiar no sólo tu propia vida, pero hacer felices a todos en la Tierra y en Marte (si allí hay la vida).
De vez en cuando unos hombres y muchachos, unas mujeres y chicas, no llegan a ser músicos y cantantes famosos, continúan alegrando a peatones por las mañanas y por las tardes en un pasaje inferior tocando las guitarras, violines, flautas, acordeones y golpeando los panderos (aunque no les notan o tratan de pasar más rápido - esto provoca sólo lagrimas) y lo único que les queda son sus canciones. No es obligatorio que estas canciones sean creadas por ellos (lo más probable que los autores no sospechan sobre sus subsistencias), simplemente estas canciones sobre ellos, son sus canciones. Precisamente estas canciones no les dan a darse a la bebida finalmente, llegar a ser drogadictos, rameras (a tan corta edad!) y perder totalmente el deseo de vivir.
Hay una innumerable cantidad de casos en donde una canción (canciones) cura y levanta a una persona de la cama y lo pone de de pié.
Una vez un alumno describía a su maestro ciego el aspecto que tiene el mundo circundante: el sol, el arco iris, las flores, pero él no lo entendía. Al aprendiz no le eran suficientes las palabras.
Y entonces el maestro le dijo: "Tócamelo!".Cuando la música sonó, el murmuró con aire satisfecho: "ahora yo lo veo….”
Cuando todo está perdido
Siempre queda una salida
Cuando todo está perdido
Siempre brilla una luz
Ricky Martin
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