Hace poco más de un mes que los alumnos de la Facultad de Historia, ahora a la par de la de Administración Estatal, estudian en el nuevo edificio de la avenida Lomonósovski. ¿Cómo se sienten aquí? Hemos pedido su opinión a varios estudiantes hispanohablantes.
Vera: Es muy grande, semejante a la Biblioteca Fundamental. Las aulas son claras y los muebles, nuevos. Es muy bueno. Hace calor, lo que también es bueno. Pero el camino entre el metro y el edificio es muy largo.
Anastasia: Sólo el camino es un problema; pero si debo hablar en general creo que es bueno, muy claro.
Julia: En este momento sólo veo una ventaja: que es nuevo y lindo.
Catalina: El edificio es muy bonito y grande, hay seis ascensores. Para mí este edificio tiene sus ventajas y defectos que no son técnicos, sino sicológicos. Es nuevo, por eso aún no tiene su propia alma o espíritu. Bueno, veo en el tejado dos personas en azul, serán las almas del edificio. Me gusta el olor del edificio, el olor a cosa nueva. Los antepechos son grandes y está bien, es muy cómodo para sentarse. El color de las paredes es más bien para hospitales que para edificios universitarios.
Ana: A mí este edificio me parece muy, pero muy grande y con una estructura muy complicada. Pero la primera impresión ha sido muy positiva: ¡no hace frío! Para mí el transporte no es un problema porque mi autobús tiene parada no lejos de aquí de modo que ahora me es más cómodo llegar a las clases. Pero me preocupa la cuestión de la comida. Ya sé que hay una cantina, pero es muy importante que haya oportunidad de comprar panecillos, chocolates o agua en tiempo oportuno, como lo hacíamos en el edificio viejo.
Constantino: No me gusta el nuevo edificio porque tenemos que ir más tiempo desde el metro. También tenemos el problema de algunas clases en el edificio viejo, y los recreos son sólo de 15 minutos. No hay un lugar para fumar y tengo que salir a la calle. Pero pienso que estas dificultades son temporáneas. Cuando nos acostumbremos a este edificio, hallaremos muchos momentos positivos en nuestra mudanza.
Ana: La ventaja es el gran espacio y que no haya vecinos de otras facultades. Me ha gustado la ausencia del frío y la posibilidad de abrir las ventanas. Me ha sorprendido que muchas puertas estén cerradas. El olor es específico, porque nadie ha tenido lecciones aquí. Los defectos dependen de nuestra ignorancia dónde está todas las cosas y también que no se hayan terminado los trabajos. Ambas desventajas se solventarán con el tiempo. El edificio viejo encarna los mejores recuerdos de la vida universitaria y el nuevo encarna las esperanzas.
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