Tras un período de más de los cuarenta años en el poder, el comandante cubano Fidel Castro finalmente se retiró, así cerrando una época de las grandes esperanzas y ganas, faltas y contradicciones, que acompañaron la historia de la Isla de Libertad. Ahora está sustituido por su hermano Raúl, una figura bastante misteriosa en muchos aspectos. Los analistas políticos se discuten sobre las perspectivas de Cuba bajo de su mando. Aquí vamos a sumir algunas fechas principales que forman su retrato como una personalidad y el jefe del gobierno.
Primero es que Raúl siempre parecía estar a la sombra de su hermano. Es una cabeza más bajito que Fidel, no tiene la apariencia tan notable; lo más importante es que en sus oratorios nunca demostraba tal capacidad como la de su hermano. Sin embargo, hay motivos sobrados para cuestionar su posición en la jerarquía del poder. Durante la revolución fue conocido como un organizador bueno y eficaz, había hecho muchísimo para establecer la red de la inteligencia militar para contrarrestar la actividad subversiva de los agentes de Batista. Era una figura más notable en los períodos de las calamidades de los setenta, cuando hizo un gran impacto a la recuperación de la economía nacional. Cuando Fidel se puso enfermo en 2006, Raúl efectivamente lo sucedió.
Alguna gente piensa que siempre estaba fuera de la participación en la solución de los asuntos principales por su carácter militante. Dicen que en los sesenta se agarraba a la línea más dura en la política exterior, a veces se acercaba a la ruptura con la Unión Soviética tras la crisis nuclear de 1962. Es verdad que Raúl ha tenido el ejército bajo de su mando desde la revolución misma y hay que tener en cuenta la parte que obtuvo esta estructura en el sistema político. Por ejemplo, el ejército es el dueño de Gaviota, la compañía estatal turística, que contribuyó a la reconstrucción del mercado laboral de la isla, ofreciendo una gran cantidad de empleos en los noventa. Junto con el turismo, el país también hizo frente a la reducción de alimenticios. Este problema lo resolvió aliviando el mercado agrario – los granjeros comenzaron a vender su producción en las cantidades bastantes para mantenerse. Por eso, hay otro punto de vista que considera a Raúl un líder más flexible que su hermano mayor. Según ellos, Raúl va a presentar un nuevo tipo de economía, basado sobre un respeto hacia el mercado mundial. Si opta por un cambio del rumbo en la dirección “derecha”, dicen, eso significará la transformación de Cuba en una esfera del capitalismo joven, como Europa del Este. Aunque eso sea posible, un camino más típico para tal estado como Cuba será optar por el “modelo chino”, que supone la diversidad de los mecanismos del mercado junto con un amplio control estatal.
Segundo es que Raúl toma el mando del Partido Comunista, la organización vital del sistema, a través de la cual el gobierno impone todas las reformas en la sociedad. Eso es que Raúl podrá dedicársele a la tarea de preservar la estabilidad de los institutos políticos cuando se empieza la transición del modelo “clásico” hacia uno del “capitalismo estatal”, evitando los peligros para el régimen que tuvieron lugar en China. Pero hay que decir que el socialismo cubano es un fenómeno incomparable, también porque la deterioración económica de los principios de los noventa no provocó ningún movimiento contra el poder que existía. Llamado “prúsico” por su carácter frío y sin compromiso, Raúl también mostró la capacidad de trabajar en el equipo de los partidarios, una cosa muy rara en los tiempos de Fidel, que gobernaba en un sentido muy autoritario. Como comenta Brian Latell, un ex-funcionario de la CIA, al tener estas ventajas, el segundo Castro no “es ningún payaso de circo”, va a abastecer el país con algo que es necesario, “y eso es pan”. Hecho que la verificación de su sustantividad va a determinarse en las relaciones con el mundo, con los Estados Unidos en particular. Las dos olas de los emigrantes a ese país constituyen un problema cultural serio, porque la mayoría de ellos decidieron dejar la ‘Perla de los Caribes’ para el gran vecino del Norte por toda la variedad de razones – económicas, políticas y sociales. El régimen de Raúl va a enfrentarse a una tarea difícil, preservar un país socialista cueste lo que cueste, pero al mismo tiempo hacer la vida ahí parecida al ideal de Fidel – una república libre que tenga una población libre y feliz.
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