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Inicio » Artículos » Año lectivo 2008/09 » № 16

CULTURA POLÍTICA RUSA COMO UNA CULTURA DE CONTRADICCIONES
La pregunta «¿Es Rusia Europa o Asia?» exactamente puede ser considerada una pregunta retórica. Mientras tanto, muchos factores de esta dualidad no tienen vuelta de hoja. He aquí mi opinión.
Un primer factor es el evidente y prolongado retraso tanto en la esfera económica como en la de los derechos políticos, en detrimento de la cultura política de la gente.
Con todo, la base de la cultura rusa es más europea que asiática; podemos mencionar como ejemplo el cristianismo de nuestro país, en su tradición ortodoxa. En otras palabras, Rusia va hacia Europa, va como Europa, pero tiene un gran retraso (por muchos motivos: tal vez el clima sea el más importante, pero este es otro tema). Los intentos por superar rápidamente los retrasos encuentran oposición en el pueblo mismo, en su parte «ortodoxa», parte que podemos llamar también «conservadora» y que ha tenido lugar en casi todas épocas: en la época de Iván el Terrible, del Imperio Ruso de Pedro I y Catalina la Grande, en los siglos diecinueve y veinte,  antes y después de la Revolución de 1917, en los años noventa, después del fracaso de la URSS... Esta parte tenía un lugar en la sociedad y se oponía a una fuerza prooccidental, no tan numerosa, aunque con los derechos políticos y oportunidades de influir, una fuerza instruida y educada. Sobre esa dualidad en la sociedad rusa escribe en su obra Historia de la cultura rusa
La coexistencia de dos esos grupos que existían paralelamente (y que necesitaban el uno del otro, de hecho) se suspendió después de la Revolución de 1917, cuando se formó idea del «hombre nuevo», «hombre soviético», el miembro de la futura «nueva histórica sociedad, el pueblo soviético». Por extraño que parezca, reunió en su seno tanto ideas de la civilización occidental (el culto al trabajo y el entusiasmo) como rasgos orientales (despotismo, por ejemplo). Mientras tanto, el culto a la actividad pronto empezó a degenerar. El «hombre nuevo» vio todos defectos del Estado pero no pudo decir algo opuesto a la «línea general del Partido». No podía elevar su cultura política, por lo que buscaba su consuelo en el consumo de alcohol.
Esa falta de cultura política condujo a confundir libertad con anarquía en los años noventa. Aparecieron numerosas comunidades radicales nacionalistas, jingoístas y otras. En estas circunstancias surgió, muy radicalizada, la llamada idea «conservadora».
Ahora esta idea tiene de nuevo peso en la comunidad, expuesta a la influencia de la propaganda estatal. Muchas personas que huyen de esta influencia pueden considerarse la base del otro grupo, pro oriental. Así, los elementos progresistas mueven el país adelante a Europa, mientras que los elementos chovinistas y nacionalistas, que desde hace mucho tiempo fueron el movedizo y bien dirigido soporte del «poderoso» y «monárquico» Estado, defienden una idea de un «camino especial».
 


Constantino Tarnovski es el graduado de la Facultad de Historia de la MGU, el músico y
autor de canciones, el posgraduado en la c
átedra de politología en La Universidad de vías de comunicación

Categoría: № 16 | Ha añadido: quepasa (23.11.2008) | Autor: Constantino Tarnovski
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