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Inicio » Artículos » Año lectivo 2008/09 » № 16

SAN SEBASTIÁN

San Sebastián está ubicada en el norte de España. Se la considera la capital cultural del País Vasco y tiene otro nombre en eusquera: Donostia. Por eso, en los mapas a menudo se escribe Donostia-San Sebastián. Ambos topónimos se refieren a la misma ciudad.

Aunque existen teorías sobre un origen anterior, las primeras noticias escritas de San Sebastián datan del año 1014. La proximidad a Francia y su ubicación en la ruta del Camino de Santiago impulsaron el desarrollo de esta pequeña ciudad costera pero también la situaron como enclave estratégico en épocas de guerra, por lo que se convirtió ya en el siglo XII en plaza fortificada. Durante siglos sufrió numerosos asedios, si bien los donostiarras lograron mantener la ciudad a salvo de sus enemigos.

Vendrían después las épocas más felices, cuando la reina Isabel II, a quien sus médicos recomendaron los baños de mar para paliar sus problemas en la piel, puso de moda el veraneo en San Sebastián. Era el año 1845, y, a partir de entonces, su presencia atraería a la corte y a numerosos aristócratas en los meses estivales.

A principios del siglo XX se experimentó un fuerte crecimiento demográfico, y Donostia vivió su Belle Epoque, convirtiéndose en el destino turístico preferido por la clase alta europea. La reina María Cristina instaló la residencia veraniega de la corte en el Palacio de Miramar y florecieron los hoteles de lujo, casinos, teatros...Durante la Primera Guerra Mundial los adinerados europeos se refugiaron aquí del conflicto. A estos visitantes debe la ciudad mucha de su influencia francesa. Pero la prohibición del juego y la Guerra Civil pondrán punto final a aquella edad de oro.

Hoy día San Sebastián es una ciudad de servicios en la que viven alrededor de 180.000 habitantes. Solamente el 30% de los vascos saben eusquera y en las ciudades grandes la mayoría de la gente habla en castellano. Así, los turistas no tienen ningún problema para comunicarse. Frente al mayor peso económico de Bilbao o al carácter administrativo de Vitoria-Gasteiz como capital del País Vasco, Donostia-San Sebastián es la más turística y cultural de las tres. A orillas del Cantábrico, rodeada de verdes montes, San Sebastián conquista los sentidos y nada de lo que le cuenten es comparable a disfrutar de su excelente paisaje, pasear por sus calles y jardines y degustar los famosos pintxos. Se ofrecen infinidad de posibilidades para disfrutar su tiempo libre: ambiente nocturno, el Casco Antiguo, paseos románticos por la playa, excursiones, museos, exposiciones, 40 salas de cine, teatros, casas de cultura, etc.

La imagen más conocida de San Sebastián, pero no por ello menos sorprendente, es su hermosa bahía en forma de concha casi perfecta, considerada una de las más bellas del mundo. El mar reposa tranquilo entre la isla de Santa Clara y los dos montes que la franquean –Igeldo y Urgull-, que protegen el casco urbano del viento y el oleaje.

«Esta ciudad abierta, puramente ideada... Esta ciudad que siempre se quiso sin murallas y que todo lo acepta, y es bella para nada». Así cantó el poeta Gabriel Celaya a Donostia-San Sebastián. Sin duda, cada nuevo visitante de  

Donostia-San Sebastián vuelve a quedar rendido ante sus contornos y a menudo asegura encontrarse en uno de los lugares más bonitos del mundo.


Anastasia Kaluzhenina estudia en la Facultad de Historia de la MGU

 

Categoría: № 16 | Ha añadido: quepasa (23.11.2008) | Autor: Anastasia Kaluzhenina
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