Este año Cuba celebra el 50 aniversario de la Revolución, tras la cual cayó la dictadura de Fulgencio Batista y llegó al poder un nuevo gobierno opositor.
Batista, llamado “El Hombre”, se declaró presidente en 1952 después de muchos cambios del poder en la isla. Su período duró 7 años y no fue beneficioso para Cuba. Los graves problemas comenzaron con varios asesinatos políticos y desmanes por parte del gobierno instaurado. Batista sintió el sabor del poder y sus arbitrariedades no tenían límites. La puesta a disposición de los poderes mafiosos americanos de la industria y el comercio cubano dio lugar a que prácticamente la Cuba de la época de Batista se convirtiera en un dominio de facto de los Estados Unidos, donde la corrupción reinaba por doquier.
Todos los derechos humanos fueron aplastados, la noción “libertad” se aceptaba como algo irreal. El pueblo cubano fue resignado a ser esclavo del poder y del dinero americano.
Por fin llegó el tiempo de la reacción. Después de numerosas batallas, fracasos y victorias, la madrugada del 1 de enero de 1959 las tropas rebeldes entraron a La Habana. La Revolución triunfó.
Después de haber tomado el poder, los revolucionarios organizaron un nuevo gobierno, dirigido por Fidel Castro y fuertemente influido por Ernesto Che Guevara. Primeramente se concentró en la reforma agraria. Comenzó el proceso de nacionalización, casi toda la clase alta propietaria de las plantaciones e ingenios azucareros así como un considerable sector de la clase media, abandonaron el país y se instalaron e n los Estados Unidos.
Desde aquel momento el gobierno de Cuba permaneció sin cambio alguno. Sólo en el año 2008 Fidel Castro abandonó el puesto de Presidente por su propia voluntad, debido a problemas de salud. La Asamblea Nacional Cubana eligió el 24 de Febrero de 2008 a Raúl Castro como nuevo Presidente de Cuba.
Anastasía Safrónova es estudiante de la Facultad de Periodismo de la MGU
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