Los franceses han elegido un nuevo jefe de Estado, que será el 23o en los últimos 159 años y el 6o de la V República. Es Nicolás Sarkozy, un hombre que podría llegar a ser un factor de crispación en Francia. Hijo de un aristócrata húngaro, prófugo del régimen comunista en 1951 y nieto de una judía sefardí griega, Sarkozy nació en París, el 28 de enero de 1955. Tiene una experiencia de más de tres décadas en la vida política. Desde 2005, es presidente del partido político conservador Unión por un Movimiento Popular (UMP) y diputado de la Asamblea Nacional Francesa.
También ocupa el cargo de presidente del Consejo General de los Altos del Sena (Hauts-de-Seine), el departamento más rico de Francia. Ha ocupado algunas carteras ministeriales, como la de finanzas y la de interior, y ha sido alcalde de Neuilly-sur-Seine, suburbio cercano a París. El nuevo sucesor de Chirac prometió ser "el presidente de todos los franceses", afirmó su voluntad de restablecer los valores de "trabajo, respeto y merito" así como la “identidad nacional” y manifestó que ahora le corresponde dar a su país "lo que me ha dado a mí". Su programa electoral Eslogan: Juntos todo es posible Laboral: Permitir a los que quieren ganar más que trabajen más. Para ello promete exonerar las horas extraordinarias —que se pagarán menos del 25 por ciento de su valor normal— de toda carga social para las empresas y del impuesto de la renta para el contribuyente. Delincuencia: Endurecer la penas para los delincuentes reincidentes con más años de cárcel. Migración: Crear un Ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional, así como aplicar una ley adoptada por el Parlamento en junio del 2006 que endurece las condiciones de reagrupamiento familiar de los inmigrantes. Parejas: Crear un contrato de la unión cívica para las parejas homosexuales, pero sin concederles el derecho a la adopción. Sarkozy aprovechó también su intervención para anunciar a los socios de la Unión Europea que su país "está de vuelta en Europa", mientras que garantizó la alianza con EEUU. Aseguró que toda su vida ha sido europeísta y que cree en la construcción europea y expresó su deseo de crear una Unión Mediterránea, con las naciones de las dos riberas, para promover "un sueño de paz y civilización". También volvió la vista a África, donde "hay que acabar con los odios, hay que tener un sueño de paz". "Ha llegado el momento de luchar juntos en una unión mediterránea entre Europa y África", consideró, antes de hacer "un llamamiento fraternal a África para decirles que queremos darles ayuda para acabar con las enfermedades, con la pobreza, decidir juntos una política de inmigración reglada y de desarrollo sostenible". "A todos los oprimidos del mundo, les digo que el deber de Francia será estar a su lado, porque ese es el origen de Francia", sentenció Sarkozy. Tiene fama de ser muy inteligente y ambicioso, y la prensa francesa se ha apodado "Speedy Sarko" por su hiperactividad.
Daria Semiakova, persona de erudición extraordinaria cuyos intereses se extienden desde la época del gran rey persiano Dario I hasta los pueblos modernos del Extremo Oriente y de Indonesia, a través de la enigmática civilización de los maya, lectora profunda y analítica, Daria es también una chica hermosa y fascinadora.
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