Hay que notar que en diciembre los incas festejaban su fiesta principal y la más solemne, que se llamaba Inti Raymi. Fue dedicada a Inti, dios solar incaico y protector de la dinastía dirigente. Esta fiesta se celebraba durante el solsticio, es decir poco más o menos que el 22 de diciembre. En honor de Inti los incas sacrificaban a muchos animales y hasta personas, en primer lugar niños de familias ilustres, también se alegraban y banqueteaban.

Un sacrificio azteca

En diciembre los aztecas hacían fiesta a los dioses de la lluvia y especialmente a Tláloc, que era también el dios de la muerte y se asociaba a la guerra. Durante esta fiesta los aztecas practicaban no sólo numerosos sacrificios humanos (creían que sin sacrificios y sangre humana los dioses no podían mantener el orden universal), sino el canibalismo ritual, que consistía en el comer brazos, piernas y muslos de los sacrificados. Además de esto los aztecas organizaban bailes, cantares y ceremonias múltiples.

El enero era para los incas la época de la fiesta Capac Raymi, Camay Cilla que significa "el mes de la gran fiesta, el mes de descanso”. El rasgo distintivo de esta fiesta eran múltiples procesiones religiosas, que hacían paradas en templos de Inti, su mujer Colla y otros dioses. También los incas practicaban sacrificios en gran escala, como en el marco de la fiesta Inti Raymi.

En enero los aztecas hacían fiesta a una diosa que llamaban Tlamacetutli. Era una divinidad de tierra y maíz. En honor de ella sacrificaban una mujer joven, que personificaba esta diosa en el transcurso de la fiesta. También los aztecas practicaban muchas distracciones, como durante las otras fiestas.

No es difícil advertir que la idea india de las fiestas difiere de la nuestra, pero este hecho hace estas culturas aún más interesantes.

La fiesta de Inti Raymi