La Antártida es el único continente en la Tierra que tiene condiciones absolutamente ineptas para el hombre. Pero el frío mortal no pudo contener la codicia humana por colonizar los nuevos territorios.
Dicen que la Antártida es deshabitada. Pero la población del continente importa alrededor de 1000 personas durante el invierno y 10000 personas durante el verano. Son los miembros de los equipos de las estaciones de investigación científica. De acuerdo con el Tratado Antártico son prohibidas todas las actividades en la Antártida sino las científicas. Hoy día operan cerca de 100 bases antárticas pertenecientes a 20 países. La Antártida tiene su propio prefijo telefónico-672 y dominio de Internet - .aq. Una chica que había trabajado en la base americana McMurdo contaba que siempre le llamaba un niño que preguntaba por La base de hielo Cero (es un grupo de música que existe en realidad). No sabía dónde había podido sacar el número de teléfono.
Es curioso que aún haya personas nacidas en Antártida. La mayoría de ellos poseen la nacionalidad argentina por haber nacido en la base argentina de Esperanza. Es que la dictadura argentina en 1977 decidió establecer ocho familias en la Antártida para marcar las pretensiones territoriales del país en el región. Lo que pasó es que desde el 7 de enero de 1978 hasta 2002 había ocho nacimientos en la Base Esperanza. Una cosa semejante se produjo cuando la dictadura militar chilena en abril de 1984 creó la villa “las Estrellas” en las Shetland del Sur. Seis familias se trasladaron allá. En poco tiempo la cantidad de gente casi dobló. Pero hoy en día la ley de los trabajadores en Antártida dice que si una mujer se queda embarazada la expiden a casa por razón de que el organismo de una mujer embarazada no soporta las condiciones antárticas. De acuerdo con las leyes internacionales sobre el trabajo en la Antártida, no se puede vivir en este continente más de 14 meses seguidos. Es habitual que los empleados de las bases antárticas experimenten depresión a causa de falta de verdura, frutas y luz diurna.
En los últimos años la Antártida experimenta un gran flujo de turistas visitándola a bordo de buques de pasajeros. El coste de un viaje como ése asciende a 11 000 dólares. Sólo hace unos días, el 23 de noviembre el crucero Explorer llevando a bordo alrededor de 150 personas naufragó cerca de las Islas Shetland del Sur. Todos fueron rescatados, incluso la tripulación y los turistas. La razón del naufragio fue un témpano de hielo que habiendo chocado con el crucero le había hecho un agujero del tamaño de un puño. El crucero debía durar 19 días.
La Antártida es un continente único, misterioso. El invierno pasado, templado, húmedo y lóbrego, yo también quise ir a trabajar en la Antártida. Pensaba que eso era bien posible porque sabía que siempre necesitan a la gente que ejecute trabajos en esfera de servicios comunitarios. En el Internet pregunté qué tenía que hacer para obtener el puesto y pedí que me contaran algo del trabajo allí, especialmente en las bases rusas. Me contestó un brasileño, y su contestación me hizo reír mucho. Me escribió lo siguiente: “Hola Ana,
En mi último día en la Antártida visité la base rusa de Bellingshausen. Llamé a la puerta y un hombre viejo me la abrió. Me dijo que se llamaba Borís y era un sacerdote viviendo en la base. Me gustó mucho ese hombre. Creo que estaba bebiendo vodka cuando yo vine, porque su cara estaba roja y Borís no dejaba de soltar risillas. No sé si la base es militar o civil o si necesitan trabajadores. Pero puedes probar de llamarlos, porque no estoy seguro de que tienen un sitio web o siquiera Internet”.
La imagen de un sacerdote ruso en medio de la Antártida bebiendo vodka me ha entretenido muchísimo. Pero después supe que no se admiten mujeres en las bases antárticas rusas. No sé, puede que esta ley vaya a cambiar. Lo espero mucho.
P.S. Las fotografías en blanco y negro son de los años 1955-1956, cuando se establecía la base “Mirny”, y la en color es de un graffiti sobre la pared de alguna base abandonada con una inscripción divertida en español y ruso.
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