El día de 91aniversario de la abdicación del último zar el traspaso del poder en Rusia pasó con tranquilidad. Ni siquiera los debates eran tan anhelados cómo la proclamación del sucesor. Por lo tanto las elecciones parecían más a un voto de confianza, que resultó exitosamente en 68% votos «pro» la decisión del gobierno.
...Parece que las elecciones mismas del presidente se nos quedaron lejos de la sociedad rusa, por lo menos frente a las elecciones a la Duma que tuvieron lugar en diciembre pasado.
En lo que concierne a España, a pesar de conservación de monarquía, las elecciones allí asemejaron mucho más a las democráticas.
Durante los debates (a propósito, los primeros en los últimos 15 años) se llegaba incluso a la leña entre Rajoy (candidato de Partido Popular) y Zapatero (el jefe del gobierno actual, candidato de Partido Socialista Obrero Español). En polémica a cara de perro, Rajoy agredía usando el atentado terrorista de marzo 2004 en prueba de numerosas culpas (según él) de Zapatero. Recogiendo el guante, Zapatero acusó a Rajoy de ser sucesor de Aznar (ex-jefe de gobierno, considerado como fascista).
En el proceso del cambio de cumplidos los dos pusieron acento en sus ideas principales: inmigración de parte de Rajoy y educación de la de Zapatero.
Cabe mencionar que en contra de la argumentación sopesada de Zapatero, el representante de PP se apoyaba en muletillas brillantes y... vanos. El reconocimiento a la política de inflexibilidad que Rajoy reveló durante las elecciones, se observó al obtener 168 (de 350) de mandatos en Parlamento, el PSOE, encabezado por Zapatero, sigue determinando la política española.
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