Hace tres años, al viajar por
primera vez a Cuba, empecé a descubrir la variedad infinita y fascinante de la
lengua española. Variedad en la pronunciación, entonación o léxico. Y ello es
comprensible: la influencia de las lenguas indígenas, las varias modalidades
regionales del español ibérico traído desde la península y las corrientes de
inmigración de otros lugares del planeta han creado un mosaico lingüístico en
América Latina. Lo que normalmente aprendemos en las escuelas, universidades o
cursillos de la lengua tiene bastante poco que ver con lo que hablan los
cubanos, los argentinos, los colombianos y los mexicanos. Asimismo, la
ignorancia de las peculiaridades regionales del país puede resultar en una
falta de comprensión y hasta en un choque intercultural.
Choque
intercultural. Al despedirte con un colombiano, no vale la pena saludar a su madre que
no está presente aquí. En respuesta a tu despedida, en un castellano neutral -
“Saludos a tu madre” – probablemente no dirán nada. Pero lo más probable es que
contesten “La tuya” y se vayan enfadados.
El español de México tampoco es
una lengua uniforme y se distinguen ciertas variantes principales – el español
de la parte central de México, el español yucateco (la península más indígena
de Yucatán), el español centroamericano (en el estado de Chiapas) y el español
de las costas, con mucha influencia del Caribe. Aquí vamos a platicar[1] un ratico sobre el español
de la parte central de México, que es la norma oficial del DF[2].
Es imposible subestimar la
importancia del español mexicano. Siendo uno de los países más importantes y
desarrollados de América Latina, México ejerce una gran influencia social y
cultural a través de los medios de comunicación. Por la alta producción musical
y por los programas de televisión y películas que se realizan en México, el
español de México es rápidamente identificado y a la par influyente en toda
América Latina. Más aún, muchas de las series de televisión y de dibujos
animados realizados en países no hispanoparlantes y que se ven en América
Latina son dobladas al español en México. Estas producciones están desprovistas
del vocabulario regional pero conservan las peculiaridades fonéticas típicas
del español mexicano.
Si escuchas a un mexicano del
DF, se nota rápidamente la claridad con que pronuncia cada sonido, cada
palabra. En el español mexicano los vocales tienden a perder fuerza, mientras
que las consonantes son siempre bien pronunciadas. Muy a menudo lo explican por
la influencia del complicado sistema de consonantes de la lengua indígena
–náhuatl-, que influyó en la lengua española a través de los hablantes
bilingües y los topónimos. Con todo, la peculiaridad más mexicana es la
entonación, una melodía inconfundible.
Otra particularidad es la
utilización de diminutivos en los adverbios (una cosa muy común en toda América
Latina). Por ejemplo: ahorita, prontito."Ahorita vengo". Sin embargo,
a menudo las “ahorita” o “mañanita” mejicanas equivalen a “nunca” o “dentro de
2-3 horas/ días/ semanas”. Pero esto ya no tiene nada que ver con la lengua
propiamente dicha sino con la mentalidad específica y el carácter nacional.
Entre el español corriente de
los mexicanos y el de los españoles existen muchas diferencias que hacen reír a
todos. A los mexicanos les da mucha risa cuando alguien dice “vale” – “como los
españoles”. “Esta noche vamos al club?” – “Vale, vamos”. En vez de “vale”, los
mexicanos dirían “sale”. En general, los españoles son los tontos de los
chistes mexicanos, como los policías o chukchas en Rusia. A su vez, los
españoles se burlan mucho de la expresión mexicana de cortesía con la que uno
contesta a alguien que lo llama o cuando no ha escuchado algo. Cuando un
español no ha escuchado bien a otra persona y no le ha entendido, el pide
repetirlo y dice “¿diga?” o “¿cómo?”. Los mexicanos en este caso siguen una
manera arcaica que procede del español antiguo – “¿Mande?” (“приказывайте?”).
Así hace siglos hablaban en la Península Ibérica los súbditos a sus patrones.
«-¡Pablo! -¡Mande! – Ven aquí.»
En la lengua hablada de cada
país influyen muchos factores, tales como la realidad sociocultural, la
mentalidad específica y el carácter nacional, los hechos históricos del país
etc. El lenguaje mexicano está bien marcado por la experiencia violenta de la
Conquista, así que hay muchas referencias a la violencia, al sexo, símbolo de
la derrota – como se sabe, los españoles conquistaron las tierras a sangre y
fuego destruyendo los pueblos indígenas y violando a sus mujeres.
Según nuestro parecer, el
vocabulario común y popular de México es bastante grosero. Los rusos tenemos una visión muy estricta de lo aceptado
en la sociedad y de lo prohibido que llamamos “мат”. Eso es lo que censuran en
nuestros medios de comunicación, lo que no se usa (o no tiene que usarse) en la
comunicación con las mujeres etc. En América Latina en general y en México en
particular no hay un límite marcado entre diferentes niveles de grosería. Según
Octavio Paz, el clásico de la literatura mexicana, “las malas palabras es el
único lenguaje vivo en un mundo de los vocablos anímicos. La poesía al alcance
de todos”.
Asimismo, la Conquista y el
desarrollo posterior generó segregación y oposición no sólo social sino también
racial. Así en México hay “nacos” – la gente con poca cultura, de clase baja,
normalmente alguien prieto, moreno – y “fresas” - snob, pijo. Muy a menudo los
“fresas” se asocian con “güeros”, “güeritos” (persona de rasgos europeos en
sentido racial) y tienden a utilizar más vocabulario de anglicismos. Antes los
fresas solían abusar en utilizando “o sea” (“то есть”) ya que así pretendieron
ser más cultos de lo que eran. Por eso por ahora a los “fresas” les imitan con
la frase“o sea, no?” que no tiene
ningún sentido particular: “Mira, esta chava se puso el mismo vestido de la vez
pasada, o sea, no? ¡Qué naca!”
Los “nacos” se distinguen por
vocabulario especial y ciertas maneras de pronunciar, de construir las palabras
que estan muy vinculadas con tradiciones linguísticas de náhuatl[3]: por ejemplo, “pizza” se
pronuncia como “pixa”, “pepsi” – “persi”, “peksi”. En lugar de decir “¿qué
onda?” (“¿qué tal?”) dicen “¿qué Honduras y Nicaragua?”. Como se canta en una
canción mexicana “Todo lo naco es chido”. “Chido” es una palabra que quiere
decir “bien”, “guay” y que suena muy naco, de mal gusto. Sería muy naco decir
“órale, vato” (“apúrate/ ándale tío”). Así muy a menudo se habla entre los
cholos o cholombianos (cholos que escuchan música colombiana cumbia). Nosotros
los llamamos “гопники”. Cholos son los jóvenes rebeldes que imitan a las
pandillas americanas. Una muestra muy espectacular de esta subcultura urbana se
puede ver en lapelícula recién hecha
mexicana “Cumbia callejera” (René Villarreal, 2007).
PARA RECONOCER A UN MEXICANO
Vocabulario mexicano-castellano
·Qué onda – qué tal
·Güey – tipo, tío ("Me dijo
ese güey", "No lo puedo creer, es que -güey-, me siento muy
deprimido, güey")
·platicar – conversar, hablar.
·dar pena - dar vergüenza.
·chavo - muchacho, muchacha.
·chamaco - niño, niña.
·un chorro – mucho, montón (“Ayer
tomé un chorro de vodka; me gustas un chorro”)
·cahuama (cagüama) – botella
(jarro) de cerveza de tamaño grande (1 litro aproximadamente)
·chela - caña, botella 0.3 de
cerveza
·polla - bebida, que se prepara
con huevos; en España vulg. - pene
Un mexicano en
un bar de España pide "¡Una polla con dos huevos!" Un camarero a
otro: "Cariño, señor quiere un servicio completo..."
·a huevo! - a fuerzas,
obligatoriamente («стопудово»)
·еchar/hacer desmadre –
divertirse, fiestear, animar la fiesta
·estoy hasta la madre – estoy
harto, estoy hasta las narices
·pocho – mexicano nacido o
emigrado a los Estados Unidos en edad temprana, quien habla un inglés
hispanizado, Spanglish (marqueta – mercado, chopear – ir de compras, parkearse
– estacionarse)
·chicano – los que crecen o nacen
en los Estados Unidos y culturamente ya no son mexicanos, ni los
norteamericanos; se dice que “ni de aquí, ni de allá”
·cabrón – una palabra muy
mexicana que tiene un abánico de los usos y significados. En muchos casos esta
palabra en Mexico ya pierde su sentido insultante.
üAsí llaman a los amigos queridos
(“¡Qué gusto encontrarte cabrón!, hace años
que no nos vemos”), a los niños (“Mis cabroncitos me pidieron comprarles dos bicicletas; ellos saben persuadir
a su papá”), a una persona desconocida (“¿A dónde irá
ese cabrón?”)
ücabrón en sentido regular
ofensivo: “¡Que cabrón eres!”
üalguien que provoca admiración por ser hábil para hacer algo: “Ese
maestro es un cabrón para las matemáticas”
üa lo cabrón - por
la fuerza, con violencia: “Entraron al cine a lo cabrón”
üUy, cabrón – hombre, caramba
(“блин”)
ücabrón como “horroroso”, “espantoso”: “Aquel fue un
verano bien cabrón”, “¡Qué frío tan cabrón!”
üAndar de cabrón – actividad propia de un
mujeriego
PARA RECONOCER A UN MEXICANO
Vocabulario grosero o naco
·Chingar puede tener diversos
significados según el contexto en que se utilice. A diferencia de chingar centroamericano y caribeño que
se pronuncia como “tsingar”, esta palabra mexicana no tiene referencia directa
al sexo. Caso aparte es el epítome del insulto mexicano, la frase "Chinga
a tu madre" que tiene matices culturales muy profundos y para muchos es
causa de gran insulto y enojo.
ümolestar, causar grave
daño a una persona: “¡Ah, qué bien chingas!” es un insulto
para decir que alguien molesta mucho
üviolar
üsacrificarse en
extremo: “Yo me chingo trabajando día y noche y tú te gastas todo el
dinero”
üfracasar alguna
cosa: “Se chingó el negocio”, “Se me chingó el motor en plena
carretera”
·palabras derivadas de chingar:
ü“Quéchingón saliste!”- Eres abusivo,
pesado
ü“¡Quéchingón eres!”- Eres una persona muy
lista (шустрый)
ü“¿Viste
esos zapatos? Están chingones” - ¿Has
visto esos zapatos? Son muy buenos / tienen clase / son muy atractivos
üMandar a la chingada - deshacerse de
alguien o de algo o no hacerle caso: “Ya ni oyó mis razones: me mandó
directamente a la chingada”
üun chingo – mucho,
montón: “Te quiero un chingo”, “José tiene un chingo de dinero”
üuna chinga – “estar cansado”
o “golpeado”: “Me llevé/ me dieron una chinga en el trabajo” - Estuve muy
atareado en el trabajo
·pinche (despectivo) - algo
malo, inútil, molesto, de poco valor: "pinche carro", "pinche
día"
·¡Qué chido! -"¡Qué bien!" "¡Qué
guay!""Qué chido esta ese
carro" "Qué agradable a la vista/bueno es ese automóvil"
·Pendejo – un tonto
¿Qué pedo? – hola, ¿qué sucedió? (англ. “wassup”)
[1] Una palabra muy
mexicana, sinónima de “hablar”.
[2]DF, o Distrito Federal de México:
denominación de la ciudad de México, la capital, para distinguirla del nombre
del país.
[3] El náhuatl es una lengua uto-azteca hablada
en México y América Central. Fue lingua franca en el imperio azteca
desde el siglo XIII hasta su caída (el 13 de agosto de 1521). El náhuatl es la
lengua nativa con mayor número de hablantes en México, con aproximadamente un
millón y medio, la mayoría bilingüe con el español.
realmente eztoi buzkando el zignifikdo d año lektivo pero abri thu pagina i no la lei toda pero kreo k loz regionalizmoz zon lo maximo porke azen diztinta nueztro idioma i zobre todo maz divertido